jueves, 1 de febrero de 2007

GESTION DE EMPRESAS DOMESTICAS

Esta mañana me he levantado con la misma sensación que se tiene tras una jornada electoral. Sabía que mi marido, durante el desayuno, me informaría puntualmente sobre los resultados obtenidos, resultados que decidirían el rumbo que tomará mi empresa doméstica. Y digo bien, mi empresa doméstica, mi hogar. Y es que los tiempos cambian, el oficio antes conocido como "Sus Labores" o "Amas de casa", se ha profesionalizado, pasándonos a llamar "Gestoras de Economía Doméstica". Somos profesionales altamente cualificadas, adcritas a un convenio laboral que favorece mayoritariamente a la empresa, que viven bajo el yugo de la presión por la consecución de unos objetivos establecidos por Nutricionistas, Endocrinos, Pediatras, Psicólogos, Pedagogos y otras especies, y auditadas por el ojo que todo lo ve: los medios de comunicación. Mi titánico esfuerzo a la hora de elaborar y ejecutar los Presupuestos Económicos de la empresa, el Plan de Marketing , la Cuenta de Explotación viable que arroje una Cuenta de Resultados positiva en su tercer año, ha sido inútil. He fracasado. Así me lo ha comunicado mi marido a punta mañana, tras ser sometida a una auditoría por la prestigiosa cadena de televisión CUATRO, a través del informe "Somos lo que comemos". Y es que desde programas como "Saber vivir"(donde se nos aconseja el uso del Aceite de Oliva Virgen Extra, el Jamón Ibérico de Bellota, la Ternera Gallega y la Merluza de Pintxo en nuestra dieta diaria, e informa de cómo estos productos influyen positivamente en nuestra salud), programas como "Somos lo que comemos"(donde se nos muestran las posibles mutaciones que experimentaremos si seguimos con nuestra cesta de la compra y se vaticina la fecha de nuestro óbito), o incluso desde el mismo Gobierno de la Nación, quien nos insta a consumir 5 raciones diarias de frutas y verduras, Nutricionistas y Endocrinos nos manipulan poniendo el dedo en la llaga: nuestros hijos. Lejos quedaron aquellos tiempos en los que la dieta semanal se resumía en : Lunes, cocido; Martes, Sopa y "Pringá"; Miércoles, Sopa y empanadillas o croquetas hechas de las sobras de la "Pringá"; Jueves, Sopa y tortilla de patatas y el Viernes, Tortilla estofada (la tortilla sobrante flotando en un cuenco de sopa de ave con fideos de sobre) . ¡Eso si que era economía! ¿Carnes rojas? ¡De eso nada, que somos de tierra de guarros negros! ¿Pescado? ¡Eso en los chiringuitos de la playa! ¿Cereales? Una bolsa de Kikos y una palomitas ... ¡listo! ¿Frutas y verduras? Las que nos diese el pariente del pueblo, que son gratis. ¿Lácteos? Francisco el lechero venía con su jarrita y su cántaro a casa y nos servía cuarto y mitad de leche para las siguientes 24 horas. Esas si que eran ECONOMISTAS. Es fácil para los Nutricionistas y Endocrinos recomendar una dieta equilibrada y sana (¡¡con sus sueldos ya se puede!!), lo difícil es llevarlo a la práctica. ¿Que podemos hacer los que cocinamos con aceite de oliva promiscua, con cerdo de raza aria y merluza de "dios sabe donde" congelada?Si creen que ayudan a los niños a desarrollarse mejor, y vivir de manera más sana a través de una dieta sibarita y casi delicatessen, debería pensar en los daños colaterales: la salud mental de los progenitores, que salen todos los días a trabajar "no-importa-a-que-precio", con tal de dar a sus hijos la mejor dieta recomendada. La digestión se tarda en hacer solo unas horas, los recuerdos de infancia jugando con tus padres y viéndoles de buen humor, toda una vida. Salud (y dieta sana)

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